viernes, 8 de julio de 2011

Qingdao y su cerveza 青岛 啤酒

Qingdao es una ciudad costera de China a unas diez horas de Beijing viajando por tren.

Toda una locura viajar cuando los Chinos tienen días de asueto, las estaciones de tren, de camión, los aeropuertos, etc., todo, todo es una locura con millones de personas trasladándose dentro del país.

Durante el trayecto todos los Chinos sin excepción se surten de cualquier tipo de comida, ya sea botanas saladas, papas, dulces, sopas instantáneas tamaño jumbo, galletas, agua, cervezas, pan, etc, etc, y van las 10 horas comiendo, platicando y jugando cartas. Cada uno se sube al tren como con dos bolsas grandes llenas de comida, impresionante.

Llegando a las 11 pm a Qingdao, no tenía reservación en ningún hostal, pero ya tenía ubicados dos que estaban como a 30 minutos de la estación del tren (según el mapa).

Confiado en mi sentido de la orientación me puse a caminar de noche en busca del hostal. Las calles ya estaban casi completamente vacías y el barrio no se veía muy amigable, sin embargo como en gran parte de China, las calles son seguras día y noche o por lo menos siempre tuve la suerte de que no viera ni me pasara nada.

Ya un poco preocupado de que no llegaba a ningún el hostal, tuve la gran fortuna de encontrarme en una tienda de 24hrs a unos gringos comprando cerveza, señal irrefutable de que estaba cerca del hostal. Le pregunte a uno y en efecto estaban hospedados ahí, los seguí y entramos a una especie de parque, sin luz y empezamos a subir y subir en la oscuridad por una especie de montañita. Resulta que el mentado hostal estaba ubicado en un antiguo observatorio arriba de una montañita que no tenía ningún tipo de iluminación, y que el camino para llegar era como un laberinto donde la gente se perdía incluso de día, jamás lo hubiera encontrado solo.

Total llegue y afortunadamente tenían camas disponibles, no en cuartos individuales, como lo hubiese querido, pero si en cuartos comunes, mixtos, jaja, la ventaja es que salía en la ridícula cantidad de 15 yuanes la noche (30 pesos). Lo primero que hice fue revisar el cuarto, los baños, las regaderas, etc. Todo se veía bien, en la parte de arriba, propiamente en el observatorio, estaba un bar con música lounge, una mesa de billar, salitas al aire libre, una vista increíble de la ciudad, la bebida ahí no era tan barata pero aun así accesible para backpackers y tenias hasta la opción de ir a comprar tus bebidas a la tiendita y tomarlas ahí arriba (claro que tenías que bajar la montaña a oscuras e intentar regresar sin perderte, jajaja).

Total, me quede en el hostal y disfrute del bar esa primera noche. Los siguientes 3 días fueron realmente ajetreados, decidí conocer bien la ciudad y eso implicaba caminar mucho.

Qingdao es una ciudad que a inicios del siglo pasado estuvo bajo el dominio alemán, y durante la segunda guerra mundial bajo el dominio japonés. El hostal estaba ubicado en la parte antigua de la ciudad, que mantenía muchas construcciones alemanas, casas, edificios, castillos, iglesias, etc. el mismo paseo por las calles era todo un viaje al pasado.

El primer día me fui a visitar la cervecería Tsingtao, que tiene un museo y ofrece un paseo por las instalaciones. La cervecería fue fundada por alemanes (de hecho el nombre es la forma en que los alemanes pronunciaban Qingdao). La cerveza Tsingtao es de las más populares dentro y fuera de China, aunque su sabor y cuerpo ya no tengan mucho que ver con una cerveza alemana.

El museo está algo interesante, y el paseo más o menos, no se aprecia mucho ya que es todo por pasillos superiores a través de escaparates de acrílico.

En un área tienen exhibidos regalos que le hacen a la empresa, bastante impresionante y un cuartito donde te dicen que al entrar sentirás como si estuvieras borracho, jajaja, yo un poco incrédulo entré y efectivamente, logran que te sientas mareado, alterando tu sentido del equilibrio y mientras haces el oso caminando chueco, al salir me di cuenta que hay monitores donde todos los demás te ven como vas caminando como borracho.

Al final del recorrido te regalan un vasito de chela y tienen la clásica tienda de recuerditos. Afuera hay varios restaurantes, en donde te quieren ver la cara con el precio de las jarras de cerveza, hasta que negocias con ellos y les pides te den cerveza regular y no la dizque cerveza premium que tienen en sus barriles (que se ve y sabe igual). Pedí unas deliciosas almejas al jengibre y me puse a curiosear en todas los bichos marinos raros que tienen vivos en peceras o cubetas y con los cuales preparan platillos típicos de Qingdao.

Saliendo de ahí, me fui a la playa a caminar por la costera pero en dirección a mi hotel, ya caía la noche pase al malecón donde hay una pagoda, que es la que sale en la etiqueta de la cerveza Tsingtao.

En el malecón hay miles de vendedores de todo, pulseras, perlas, globos de cantoya (en las noches en la playa muchos chinos los compran como promesa de amor y los sueltan, se ve increíble el cielo lleno de luces, aunque es algo prohibido, como muchas cosas en china, mientras no llegue la policía, todo mundo sigue haciendo lo que le dé la gana).

Ya de regreso al hostal me fui al bar en el observatorio y conocí a varias personas, unos gringos, unos chinos, una china que hablaba muy bien español, unos alemanes, nepalies, etc.

El siguiente día me fui a un paseíto en bote que me atrajo por su bajo precio y que aparte incluía una visita a un mirador en la ciudad, una visita a un templo, paseo en mar y todo por 40 pesos. Interesantes los sitios que nos llevaron. Después, ni las gracias te dan y te dejan botado afuera del templo que esta sobre la costera, pero vale la pena de todos modos, jajaja.

De ahí decidí caminar toda la costera hasta donde acabara la ciudad. Cosa no tan fácil ya que camine alrededor de 30 km. Durante el recorrido pasas por diferentes sitios muy interesantes, zonas residenciales, donde las parejas de recién casados se van a sacar fotos.

Al final de la costera la zona nueva de la ciudad, supermoderna, edificios iluminados de colores, la zona olímpica y el área de tiendas de lujo.

De regreso al hostal me tope con un puesto de comida en la calle en donde te venden cerveza de barril en bolsa de plástico con un popote, jajajaj, algo que nunca había visto.

De nuevo termine en el bar-mirador del hostal conociendo más personas y bebidas piratas chinas, unas copias de whiskey y otras copias de mismas bebidas chinas.

Al día siguiente me fui a Laoshan que se encuentra a una hora de Qingdao. Laoshan es un conjunto de montañas de carácter religioso con templos en la cima y cuevas donde supuestamente vivió el mismísimo Buda.

Bonitas, algo cansadas, ya con escalones para subir o teleféricos para los mas flojitos.

De regreso en Qingdao seguí descubriendo lugares con peces y mariscos raros, la mayoría vivos en peceras o recipientes de plástico con agua y oxigeno.

También conocí la “hotpot” de mariscos, especie de fuente con agua condimentada que le ponen una latita de alcohol sólido abajo para que se mantenga caliente y te llevan los mariscos vivos para que los vayas cocinando poco a poco, también vegetales, lechuga, hongos, papas, carne de cordero, etc.

Y de postre una deliciosa banderilla de una especie de tejocote rojo, un poco más dulce y bañado en caramelo, crujiente y con una película de polímero comestible para que no se pegue el caramelo en todos lados, a ese tipo de postre allá le llaman 糖葫芦 (tanghulu).

Fue toda una experiencia Qingdao, tanto por los paisajes, la comida, mis primeras vacaciones dentro de China (después de mes y medio de clases en Beijing), las personas que conocí ahí, dos de ellas residentes de Beijing, seguimos frecuentándonos allá y seguimos en contacto hoy en día.

De regreso al no encontrar pasaje y quedarme estancado 3 dias, perder clases y tener que lidiar en la taquilla de tren, me regrese en camión con camas, jajaja, otra nueva experiencia que creo repetiria.

Nos vemos en la próxima publicación.

Saluuud.

jueves, 9 de junio de 2011

Fiesta tequilera, las 10,000 visitas del blog.

El pasado 20 de Mayo se llevó a cabo una celebración por las 10,000 visitas al blog del viajero borracho. Ahora ya casi vamos en 15,000, en menos de un mes de que pasó dicha celebración.

Gracias a todos los que han visitado, comentado y criticado este blog. Sé que últimamente no se ha publicado con la frecuencia en que se empezó, pero prometo dedicarle un tiempo y ahorrarle para hacer un viaje y reseñar las experiencias etílicas, je je.

Bueno, regresando a la celebración, se hizo de manera temática, siendo una fiesta tequilera, no se sirvió un solo trago que no tuviera tequila.

Para empezar se recibió a todos los invitados con un clásico de los noventas: un refrescante y simpático “muppet” que es tequila con sprite, al mezclarlo se golpea el caballito (vasito) en la mesa y se debe de tomar antes que se desparrame de un solo trago.

Se prepararon a la carta diferentes cockteles o se sirvió tequila añejo para tomarse solito.

Pocos fueron los valientes que iban seleccionando todos los tragos del menú, y al final ninguno pudo tomar de todos los disponibles, aunque un par estuvieron muy cerca de lograrlo.

Los que se llevaron la noche fue el raspatito de tequila (receta secreta, jaja)

Las gelatinas locas (de fresa con tequila)

Las margaritas de colores

El long island ice tea (tequila, ron, vodca, gin, triple sec y coca) y los submarinos (cerveza con tequila)

Para acompañar las bebidas se sirvieron unas alitas búfalo con salsa de roquefort y botana variada.

Fue una buena celebración, buena musica, buenos tragos y buena compañía, espero a las 50,000 visitas hacer otra y contar con su presencia.



Nos leemos pronto,

Salud.

lunes, 23 de mayo de 2011

Tailandia religión y perdición.

Esta entrada fue originalmente una ayuda que me pidieron para alguien que realizaba un viaje a Tailandia y no tuvo tiempo de planear el viaje.

Tailandia es un país bonito, interesante, con comida muy rica y gente amable. También es un centro de perdición, residencia de muchos gringos e ingleses que buscan retirarse con sus ahorros en dólares o libras, se consiguen a una novia (novio) joven de Tailandia y se la pasan como reyes. Tailandia es el país con más gringos y europeos que viven de manera ilegal. En teoría no pueden estar viviendo sin un permiso, pero mientras no tengan problemas con la ley, nadie les pide sus papeles ni les cuestiona su situación migratoria.

Bangkok, como ciudad, es el destino asiático más concurrido por los turistas, tanto por sus paisajes, centros religiosos, como por sus precios baratos, su vida nocturna y bares de gogo-girls. Parte del viaje lo hice con un alemán-peruano y un francés-tailandés, otra parte la hice sólo.

Como en todos lados hay que tener cuidado en Tailandia, sobre todo en los lugares muy turísticos donde es común que te quieran engañar en los Tuktuk (simpáticos taxis motonetas). Afuera de los principales centros turísticos en Bangkok, llegará algún señor diciéndote que está cerrado el lugar turístico, o que por el horario los monjes descansan o que ese día es de asueto o que no puedes pasar porque vas de falda o shorts, este señor te ofrecerá llevarte en un Tuktuk a otro templo a ver un Buda de la buena suerte u otra cosa por un precio muy económico (veinte pesos). Todo esto es un engaño, si bien te va te llevaran a ver ese Buda pero antes te llevarán a tiendas a que compres o simplemente te llevaran muy lejos de ahí, para cobrarte una fortuna para regresarte.


Son muy simpáticos los tuk tuk esos, pero regularmente intentarán cobrar de más y no es que Tailandia sea muy insegura (les va muy mal a los tailandeses si los agarran robando a un turista) pero no es muy fácil comprobar que te timaron en un tuk tuk y es común el robo sin violencia (que se te pierdan cosas en el hotel, o hábiles carteristas).

Otro consejo útil es no faltar PARA NADA el respeto a la figura del rey, no hablar nada en contra de la familia real (incluyendo dañar, pisar, quemar etc., los billetes, por que traen la foto del rey), hacerlo puede implicar pasar unos meses en prisión.

Bangkok está lleno de templos religiosos, muy padres, áreas de bares para hippies, y zonas de mala muerte (Silom) llenas de gogo-girls y ladyboys, zonas curiosas para conocer (como la zona roja de Amsterdan) pero más peligroso y deprimente. Aquí es donde se ven muchos gringos y europeos de edad madura buscando “señoritas” Tailandesas de compañía.

Hay muchas maneras de moverte dentro de Bangkok, dependiendo el lugar donde te hospedes, puedes tomar metro (sólo disponible en algunas áreas de Bangkok), el skytrain (como un metro elevado, pero más caro), camiones, taxi, tuk tuk, taxi-ferri (por el rio principal) o taxi lancha rápida (por los canales de la ciudad).


También hay una especie de moto-taxis, donde un intrépido motociclista te trepa atrás y te cobra unos 20 pesos, pero son motos suicidas, súper rápidas y lo más peligroso de todo el transporte, van zigzagueando en el tráfico, y es común que tengan accidentes (mortales).

Los templos están relativamente cerca unos de otros. Los mejores son: el “Grand palace (Wat Phra Si Rattana…)”, “Palace grounds”, Wat Pho” (donde esta un mega Buda acostado), el templo del Buda esmeralda, la montaña de la pagoda dorada, etc. También algo cerca está el antiguo palacio imperial, que ahora es museo y te cuenta como vivían los reyes antes (algo así como castillo de Chapultepec, jajaja). Junto a ese sitio hay un museo con una colección de obras de arte de oro, muchas tipo arcas, mini barcos, etc., muy bonito, todo cerca de un zoológico y una arena de kick boxing, por si te gustan los espectáculos con sangre (El kick boxing es el deporte nacional tailandés “Muay Thai”, pero es caro y se necesitan comprar los boletos con anticipación).




No tan lejos de esta zona céntrica, hay un barrio hippy, con muchos barecitos, restaurants y lugares locos, se llama Khoa San Road, es una buena zona para recorrer en la noche. Ahi hay bares de hooka, chelerias, se ven muchos jóvenes, comida callejera, brochetas, comida de insectos (grillos, gusanos, cucarachas, etc), y miles de 7-eleven en cada cuadra.

Fuera de Bangkok hay varios destinos, playas, selvas o ciudades de ruinas.
Si quieres algo cerca esta Pattaya, ciudad con playa que tiene mala reputación, peor que el Acapulco de los 70´s jaja, por su vida nocturna descarriada. Pero que tiene interesantes paseos, islas cercanas con playas tipo Cancún (está la isla de la perla que el ferry sale del puerto y toma como una hora a unos 40 pesos) .

También en Pattaya está la villa de los elefantes, donde paseas en elefante en una selva y convives con los lugareños. Ese paseo lo tienes que buscar en agencias de viajes rusas en Pattaya (las agencias son rusas pero hablan inglés, los turistas que más se ven después de los gringos e ingleses, son rusos, japoneses y chinos).
Aquí en las zonas rurales y en la villa de elefantes, se completó mi variedad de transportes con bueyes, ferris, lanchitas en rios, elefantes, trenes y camión de pasajeros.

Pattaya ha querido limpiar un poco su mala reputación y ha creado en una parte de la ciudad lugares sin tanto bar de gogo-girls, hoteles de cadenas gringas, hard rock, simpáticos bares ambulantes (Una combi setentera que se hace bar), etc. Pero aun así Pattaya sigue siendo la ciudad de perdición de Asia.

Más al sur de Bangkok hay muchas playas, pero necesitas avión o barco de unos días para llegar. Ya no llegue por allá pero son zonas más exclusivas y bonitas (también más caras) como Phuket o Ko Chang.

Hay una ciudad cercana al norte de Bangkok que se llama Ayutthaya, que fue la antigua capital de Tailandia antes de que Birmania invadiera. En si es una especie de ciudad antigua-ruina-isla. Rodeada de un rio, se llega en tren a unos 50 minutos de Bangkok y después se cruza al interior en una balsita. A mí personalmente me gusto mucho.

Adentro de la isla puedes encontrar hostales, casas de huéspedes etc. Lo mejor es, que después de bajar del tren, rentes una bicicleta (muy barata) y cruces en la balsita el rio.

Andando en la bici puedes encontrar los hostales. Los cuartos son individuales y baratos. De los 8 sitios que hay, como 4 valen mucho la pena, los demás realmente se repiten. Hay que tener mucho cuidado con los perros porque hay muchos callejeros, que andan en banditas y persiguen a los que andan en bici.

Como comenté, en Tailandia hay muchos “7 eleven” por todos lados, ahí puedes ir comprando lo necesario, provisiones, agua, red bull (original de allá en frasco de vidrio y más concentrado), refrescos de tamarindo, cerveza “tiger”, “chang”, shingha”, etc.


Algo interesante de Tailandia es que al ser “muy religiosos” mucha gente ve mal el consumo de alcohol. Claro, eso es en teoría, por que al tener muchas ciudades de perdición pues ahí las 24 horas se tienen abiertos bares y vinaterías, sin embargo en otras ciudades intentan controlar esa situación dando en los restaurantes caro el alcohol, al igual que en las tiendas. Así mismo en muchas ciudades que no tienen mucha vida nocturna hay espacios en que en ningún lugar te venden alcohol, con horarios algo raros como de 9 am a 11 am no está permitido y de nuevo de 2 pm a 5 pm lo vuelven a prohibir.

Otra medida extraña es que en las zonas “rojas” las personas locales tailandesas tienen restricción de ir, dejando esos “lugares” sólo a los extranjeros.

En bares para locales, te darán la cerveza con hielo, se tiene que decir con anterioridad que no lo hagan y también hay una mezcla de tipo vodka con jugo de lychee muy recomendable. Las meseras se desvivirán por atenderte y no es raro ver que aunque trabajen de meseras, se sienten con amigos a tomar y cuando las llaman sigan mesereando (y no son señoritas de compañía, se sientan con sus amigos/amigas a tomar). Aparte de las cervezas a los tailandeses les gusta mucho el Johnnie Walker y el Chivas Regal, pero mezclado con algún jugo frutal.

También como en China, Corea, Japón, en Tailandia es la onda ir de Kareoke, en tu salón privado y cantando baladitas que nunca entendí, jaja, y casi nada de canciones en inglés.


En las vinaterías o tienditas te venden un “dizque whisky tailandés” de dos variedades, que realmente es una especie de ron mal hecho de 20° GL, que no lo ves en bares ni en antros para extranjeros ni de locales, solo en tienditas vinaterías, y lo toman las personas mayores de bajos recursos, es como una especia de Tonayan tailandés, jajaja, que la verdad en una playa de la isla de la perla, no le quedo nada mal a mi agüita de coco.

Lo mejor para comer son los mercaditos, si es desayuno los licuados de fruta natural, son realmente ricos. La comida es una mezcla de comida hindú y comida china con muchas cosas locales también, mucho curry mucho marisco, fruta, etc.

Este viaje fue como una especie de vacación del tiempo que estuve estudiando en China y en estos bares para tailandeses locales sentí la vibra como en México, con música rock, buen ambiente y gente agradable, muy bohemio, muy diferente a los antros Chinos con música punchi punchi, y modernos.

Fue un viaje muy interesante, todo un paraíso en enero cuando en China estaban a -7°C y yo en Tailandia estaba en 30°C. Chicas guapas, gente amable, fruta fresca, elefantes, budas dorados, masajes, (terapéuticos,no piensen mal) comida rica y una que otra borrachera playera.



Saluud